En tiempos en los que algunos señalan, estigmatizan o quieren controlar a algunos periodistas o a los medios de comunicación que no les son favorables, que nazca un altavoz para informar, ya es de por sí, una buena noticia
En un momento en el que se ha normalizado los bulos, las “fake news” y otras fórmulas de manipulación al personal, se agradece que haya profesionales que no solo dicen la verdad, sino que buscan diferentes opiniones, contrastan la información y se aseguran de contar lo que ven o saben, es también una buena noticia.
En otro mar en el que se cuecen las historias como son las redes sociales, que han sido un fantástico invento pero que se ha ido degenerando en un escaparate de postureo o de escondite para francotiradores, que surja un medio de comunicación que en ese maremágnum quiera contar lo que pasa, también es una buena noticia.
Que no corren buenos tiempos para el periodismo es algo evidente, pero no solo para este bendito oficio, sino para el propio ciudadano, que a veces lo tiene difícil para diferenciar verdad de propaganda, información de opinión. Por eso, se hace necesario profesionales que sepan de lo que hablan, que conocen el terreno, que escuchan y cuentan desde la honradez.
Este medio no pretende dar lecciones a nadie, sino que solamente quiere ser el altavoz de tantas cosas que pasan aquí en esta bendita tierra, donde le sobran las bondades y en la que vivimos cada día y queremos conocer en profundidad.
Pero más allá de la importancia de que surja una voz objetiva, madura y joven a la vez que quiera mostrar todo lo que aquí ocurre, no deja de ser menos importante, que este periódico, es el germen además, de quienes crean empleo, permiten a otros negocios darse a conocer y en definitiva, a comunicarnos, que es algo intrínseco al ser humano.
Afrontamos una nueva etapa y un nuevo reto. Y eso ya de por sí, es una buena noticia.