El festival de música se desarrolló durante tres días en Barbate pero su afluencia apenas impactó en la localidad
El festival Cabo de Plata cerró el pasado sábado su séptima edición en Barbate después de tres días de música urbana. Un festival que quedaba lejos de las cifras astronómicas de sus primeras ediciones y que en esta edición apenas se ha dejado notar en la localidad.
La cita musical que abrió el verano barbateño contaba este año con un formato diferente a ediciones anteriores, con el cambio de fechas y la celebración en la recta final del mes de junio. También ha contado con un día menos de conciertos respecto a ediciones anteriores.
Sin embargo, desde la organización han señalado que “el equipo ha trabajado sin descanso frente a la meteorología, para mantener todos los conciertos programados y el recinto en condiciones óptimas”. Y es que, a las bajas cifras de asistencia, Cabo de Plata sumó el efecto de la DANA que el pasado viernes por la mañana inundó completamente el recinto de conciertos ubicado frente al puerto y supuso un fastidio para la zona de descanso ubicada en el área de pinares contigua.
Ante esto tuvieron que intervenir los Bomberos de Barbate, de manera que tanto la organización como el Ayuntamiento publicaron sendos comunicados señalando que se trabajaban para reabrir el espacio.
Los organizadores también han insistido en su balance en que el festival “mantiene su habitual colaboración con proveedores y empresas locales, generando directamente en la propia producción más de 400 trabajadores”.
Por los tres escenarios han pasado en estos tres días, más de cuarenta actuaciones como Maka, Beret, Vicco, Trashtucada, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba o Boikot. “El sonido urbano tiene en Cabo de Plata un referente, donde este año han brillado artistas como Lia Kali, Santa Salut, Anier con su activismo o nombres como Kaze, Rapsusklei, J Abecia, Kaydy Cain o Foyone”, destaca la organización.
De momento se desconocen cifras de entradas vendidas o impacto económico como se ha facilitado en años anteriores, pero el descenso de visitantes ha sido notorio en Barbate durante todo el fin de semana, en parte, según parte de los propios asistentes y vecinos que se han expresado en redes sociales, a un descenso en la calidad del cartel.
Habrá que esperar al próximo año a ver qué depara una nueva edición del Cabo de Plata y si el cartel atrae a los miles de jóvenes que en las primeras ediciones llegaban a triplicar la población local.