El manuscrito de Julio Fernández Varo documenta la actividad almadrabera en una época de la que apenas hay registros
Hace un siglo, la vida en Barbate era muy distinta. Un pueblo marinero dependiente de Vejer de la Frontera aún, llena de familias marineras humildes y con una creciente actividad almadrabera. Un lugar donde el tiempo pasaba tranquilo entre atunes rojos y blancas arenas. Este Barbate quedó retratado a la perfección en la novela que en 1923 escribió Julio Fernández Varo, un escritor local que decidió hacer un exacta descripción de sus gentes, su habla y su vida en ‘María de la Luz’, una novela protagonizada por una joven barbateña de la época.
Fernández Varo decidió presentar el manuscrito a un concurso literario, pero hasta donde se sabe no fue premiado y no se supo más del relato. Así, ‘María de la Luz’ se mantuvo en las sombras hasta que en octubre de 2021 apareció en una librería de Cantabria, cuyo propietario pensó que Barbate debería tener tan valioso legado a buen recaudo. Con esta intención se puso en contacto con el Ayuntamiento, que no dudó en adquirir el manuscrito dada su importancia histórica y cultural, y al describir a la perfección el Barbate de una época de la que apenas hay datos.
Así volvió ‘María de la Luz’ a casa casi cien años después más como documento histórico que como novela. Y es que el manuscrito incluso presenta a personajes cuyos motes han sobrevivido al tiempo, llegando hasta el día de hoy, como antepasados de vecinos y vecinas que aún viven en la localidad y que conservan esos singulares apodos familiares. Otro aspecto que desarrolla la novela con gran precisión es el habla barbateñas, expresiones que se usan a diario y palabras autóctonas que siguen siendo parte de la identidad barbateña.
El manuscrito original, considerado la primera novela sobre Barbate, quedará guardado en el Archivo Municipal, pero se han publicado un centenar de ejemplares para acercarlo a todos los vecinos que se interesen por el tema. De momento, algunos de ellos pueden encontrarse en préstamo en la Biblioteca Municipal, a la espera de lectores ávidos de conocer este trocito de historia.