Francisco Tamayo, Juan Manuel de Jesús, Rafael Quirós y Miguel Molina comparten relatos y experiencias vividas en los 40 años de ayuntamientos democráticos en la localidad de Barbate
Hay experiencias que, como bien apuntó el actual alcalde de Barbate, Miguel Molina, cabría la pena institucionalizar y una de ellas , sin lugar a dudas, fue el encuentro que ayer, en el entorno de Barbate Futura, impulsado por la Diputación de Cádiz, y de la mano de El Periódico de La Janda y Ser La Janda, protagonizaron/compartieron los tres ex alcaldes y alcalde de gran parte de la etapa democrática.
«Recuerdo que las primeras elecciones, en las que yo salí de concejal, fue una explosión de júbilo», subrayó Tamayo. «Tanto, que tuvimos que salir al balcón a saludar a cientos de barbateños».
«Obviamente», añadió, «los comienzos fueron duros, ya que nos hicimos cargo de un pueblo con infraestructuras de aldea».
Tamayo: «El 23-F solo pensábamos en hacer el equipaje e irnos a Marruecos»
En la misma línea, Juan Manuel de Jesús recordó que «había muchas ganas de participar, mucha ilusión, algo que», lamentó, «no ocurre hoy día». «Fueron momentos irrepetibles pese a las necesidades, no pocas, que tenía el pueblo».
«Entre las cosas que me vienen a la cabeza, yo entonces aún era un niño», apuntó Rafael Quirós, «aún tengo muy vivo el bullicio en las calles y la larga e inquietante ceremonia de recuento de votos».
Una etapa, que también siendo un niño, vivió Miguel Molina. Según apuntó, como recuerdo más potente de aquellos primeros años de ayuntamientos democráticos, aún tiene grabado en la memoría el intento de golpe de estado del 23-F.
«Aún recuerdo como las madres trataban de esconder a sus hijos y el miedo y el desasosiego que se vivió en las casas de los barbateños. Afortunadamente, todo quedó en un susto».
Un susto del que tardó en recuperarse Francisco Tamayo, al que le cogió la noticia en el Gran Teatro Falla, acompañando a unas agrupaciones de Barbate.
«Lo pasamos mal, muy mal. Yo venía en dirección a Barbate de Cádiz y lo único que nos rondaba en la cabeza era hacer el equipaje lo antes posible y poner rumbo a Marruecos».
Asimismo, todos coincidieron en que en aquellos años y también ahora, la figura del alcalde se vive y percibe de forma muy diferente en Barbate.
«Aquí todo el mundo quiere hablar con el alcalde, a nadie le valen los concejales», señaló Rafael Quirós, que recordó que su primer día de mandato «tenía una cola de 30 personas esperando para hablar conmigo».